lunes, 24 de febrero de 2014

Cuento

Siempre he sido una persona muy enérgica y vital, a las que les gusta cuidarse. Llevo una dieta equilibrada y hago ejercicios. Cierto día , empecé a sentirme mal, sin energía. Pensé que sería una anemia,  así que no le di importancia. Ya me había pasado varias veces.

 Al paso del tiempo no mejoraba así que decidí ir al médico. después de muchos análisis de sangre, muestras de orina, y muchas otras pruebas, los doctores no supieron decirme, pero estuve muy enfermo y en cama. Meses después un grupo de expertos dijeron que tenía cáncer.

Las semanas siguientes estuve en el hospital recibiendo quimioterapias y radioterapias, sufriendo así un gran infierno, además de quedarme sin pelo y demacrado. hace pocas horas me dijeron que no serían capaz de salvarme,que lo dejaban en manos Dios, así que espero la hora de mi muerte.

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