sábado, 22 de febrero de 2014

De lo mas dulce a lo más amargo



Un  día volviendo a casa del instituto, me fijé en escaparate de una pastelería, estaba lleno de vistosos pasteles y bombones. Estuve un rato pensando si entraba o no y al final, no pude resistir la tentación y entré. Compré uno de cada de todos los que había. Los guardé cuidadosamente en la mochila. Mientras iba a casa pensaba en la estrategia a seguir, nadie debía saber lo que llevaba escondido, primero porque me reñirían y segundo, porque tendría que compartirlos...y no estaba dispuesto...ni pensarlo.
 
Al llegar a casa, saludé como cada día y subí el preciado paquete a mi armario. Baje a comer disimulando mis ganas de postre. Comí cocido y comente inocentemente que tenia mucho que estudiar, con el fin de subir lo antes posible.
Saque los pasteles de mi escondite y uno a uno, relamiéndome, me los zampe todos...

Las consecuencias no se hicieron esperar...a las dos horas estaba vomitando como un volcán en erupción...y salía y salía comida...
Así fue como uno de los momentos mas dulces se convirtió en una pesadilla que duro toda la noche.



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