Mi hermana cuenta con once primaveras. Tiene ojos grandes, chispeantes, llenos de alegría y de vida, emanan felicidad. Sus mejillas son rosadas y están salpicadas por pequeñas pecas a veces imperceptibles. Tiene una boca expresiva incluso cuando calla, aunque normalmente sus labios no paran de moverse. Su pelo castaño cae lacio cual cortina.
Su cuerpo es ágil y espigado y flexible como una serpiente. Se pasa todo el día moviéndose, como suele decirse, el rabo de una lagartija. Puede doblarse y convertirse en un aro que le permite rodar por el suelo como una pelusa arrastrada por el viento. Sus movimientos son felinos.
Su carácter va desde lo mas angelical hasta rugir como un volcán en erupción... y yo soy al que siempre le cae la lava. En el fondo de mi corazón, la quiero, aunque vivamos en una continua guerra.
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